y que una vocecita susurre a gritos y entre risas: "es por ti idiota, por ti".
y que sea tan fácil como respirar.
y despertarse a las cinco y once de la madrugada y pensar: "así qué todas esas ñoñerías eran esto... ".
y sonríes y te duermes.
y ya está, ya hay paz.
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